martes, 22 de septiembre de 2009

Malditos Bastardos....

La Bamba Negra tiene que estar afilando la Katana y el maestro de los pequeños saltamontes se tiene que estar revolviendo en su tumba.....

martes, 15 de septiembre de 2009

Bodorrio en La Tora

Jó, aún estoy cansada.... y emocionada. Qué maravilla de boda, qué entorno más bonito, qué gente más estupenda.

Bueno, antes de nada, la boda de los amigos Chin y Mingo fue en La Tora, una finca preciosa, con unas vistas increíbles, rodeados de encinas y ciervos (cuando íbamos para la finca nos encontramos cinco)... Y allí que nos fuimos, porque además no se les ocurrió otra cosa que nombrarme fotógrafa oficial de la boda unos semanas antes. Así que tenía acceso a la habitación de la novia y al ritual de vestir a la novia..... pues hala, a llorar cual magdalenas todas las que estábamos presentes.

Chin estaba guapíiiiiisima, parecía una princesita de cuento, y allí que me puse a hacer fotos.... En esto que me dice la novia: "Oye, ¿No has visto a Carlos?". Me voy a buscar al novio para hacerle unas fotillos (que por cierto estaba muy reguapo) y resulta que me habían hecho una acreditación ofial de fotógrafa!!!! Toma ya, acreditada y todo, con mi cartelito en el pecho y la lágrima cayendo. En menos de 15 minutos ya tenía la cara llena de chorretones de rímel y no habíamos ni empezado....

Vuelvo a la habitación, seguimos con las fotos, y cuando ya nos vamos a ir, Chin le da el ramo de novia a Laura, Laura se emociona, Chin se emociona, Minerva se emociona, y yo, gilipollas de mí, empiezo a llorar. Si es que somos unas blandengues.... Nos arreglamos como podemos, y nos vamos a esperar a la novia.

Y ahí empieza lo bueno, fotos y fotos más fotos, la novia con el padre, el paseíllo, la espera del novio, la llegada, los discursos..... Myriam leyó el escrito sobre María, y lo clavó, sobretodo porque dijo la verdad, que María es estupenda, que es una amiga excepcional y que estamos muy orgullosos de ella (lloros de las amigas de la novia y de la fotógrafa oficial). Discurso sobre Carlos (el de su amigo fue muy simpático, lo clavó). Se nos casan, se besan, nos sonreímos todos, besuqueamos a los novios hasta límites insospechados y a comer.

Qué barbaridad de comida, qué bueno estaba todo (el sorbete estaba muy bueno). Ahora, lo de los postres fue una salvajada, un buffet de postres portugueses y frutas cortadas, además de una mesa de diferentes quesos.... vamos, que no fuimos capaces de terminar. Los regalitos vinieron al pelo, unas sandalias para las chicas (¡¡muerte a los tacones!!) y unas camisetas para el día siguiente. (sí, hubo más al día siguiente). Y bailando hasta las mil, como no podía ser de otra manera, llegó el día siguiente, con una reunión de los invitados en torno a un desayuno-comida de migas con chorizo y huevos fritos.... 2 kilos y medio de engorde, fijo.

En resumen, miles de recuerdos, de sensaciones y emociones, de risas, de recuerdos, de momentos inolvidables, y Síííí, Tengo la foto de la boda, con mi patatita cámara, aunque no es mérito mío, ni de la cámara, ni del entorno. Es de ellos, de Carlos y María, porque no hay cosa más fácil que fotografiar el amor.... y ellos eran su vivo retrato.

Que seáis muy felices, que os lo mereceis, y que ese amor os acompañe por siempre.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ilusiones por el suelo

Literalmente. Anda que hay que tener valor....
Las fotografías que veis abajo son de ayer, en Múltiples.


Allí, en medio del hall, donde todo el mundo podía verlas ( y cogerlas), se encontraban decenas de cajas apiladas en una columna. El contenido, cientos de folios con la programación de cientos de opositores a maestros.
Ilusiones, esfuerzo, esperanza y tiempo dedicado a los libros y quitado a la familia, a la novia (doy fe), al novio, a los amigos..... Tiradas en el suelo, apiladas en una columna, esperando a que alguien las tirara... Tanto sacrificio para nada... A un tris estuve de coger alguna programación para ojearla, pero me dio cosa.
Coger el trabajo de alguien, tanto esfuerzo, tanto sacrificio, tanto tiempo dedicado, para simplemente echarle un ojo y volver a tirarlo a la pila de cajas... qué queréis que os diga, no tuve valor.