martes, 30 de diciembre de 2008

Broches de fieltro

Como he tenido días de vacaciones antes de que me echen de los dos curros (sí, a la vez, encontré dos trabajos y los dos trabajos a la vez se acabaron), he aprovechado para hacer manualidades, y me he entretenido con broches de fieltro. Y éste es el resultado.



Estos son los que me quedan después de regalar algunos , así que si queréis alguno, avisadme, que os lo reservo.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Belén kitsch

Luna me va a matar, mi suegra ni te cuento, pero es que no me resisto..... qué cosa más feaaaaa, por amor de dios, si es que da miedo y todo.... Mi suegra tiene un peculiar sentido de la estética, que viene muy bien a la hora de hacer regalos: Cuanto más feo y más barroco, mejor. Si hubiera sido joven en los 80, Alaska hubiera sido una "mindundi", como dice ella.

Y claro, ha llegado la navidad, y ahí que se ha puesto a poner el belén, pero en vez de poner uno precioso que tiene, ha puesto este esperpento. Y en la entrada, para que se vea bien... Madre, no quiero ni pensar qué me va a regalar por Reyes....

A todo esto, feliz navidad¡¡¡¡

jueves, 18 de diciembre de 2008

Minuto de gloria

Para los que vayan de cenas y se les ocurra la brillante idea de ir a un Karaoke y acaparar el micrófono.... Todos quieren su minuto de gloria, y algunos no llevan nada bien que se lo quiten...

http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=413803

"Los clientes de un karaoke golpearon y mataron a puñaladas a un malasio que cantaba y cantaba sin querer compartir el micrófono con los demás parroquianos, informó hoy la prensa de Malasia.
Abdul Sani Doli, de 23 años de edad, falleció de una puñalada mortal en el pecho, y la Policía ha detenido a dos personas relacionadas con el crimen.
El suceso ocurrió el miércoles pasado en un karaoke de la población de Sandakan, la segunda ciudad en importancia del estado de Sabah, en la isla de Borneo. "

viernes, 12 de diciembre de 2008

Forges, ese maestro


Qué gran maestro, y nunca mejor dicho...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Uno más


Y así caerán uno tras otro...y tendremos pañales para todos, no se preocupen....

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Puente en el Barco

Este Puente he ido a pasar frío al Barco de Ávila. Menos mal que llovió mucho y se fue la nieve (y un poco del frío).
Pasamos el río Tormes por el Puente Romano que comunicaba el pueblo hasta que construyeron el nuevo puente.

Pero el nuevo puente lo hicieron mal desde el principio y ya lo han tenido que arreglar varias veces, así que el puente romano tiene que aguantar todo el tránsito rodado (camiones incluídos. Si es que los romanos cuando hacían algo, lo hacían bien).


Fuimos a dar un paseo hasta el castillo, pero nos tuvimos que dar la vuelta por el aguacero que nos cayó encima...

El castillo de noche. Acongoja un poco, ya os lo digo... y si sopla viento, más....
Y aquì rodeados de naturaleza pura, en Umbrías. Lástima que al lado del río sigan las maravillosas señales que les sobró de alguna obra....


Por si alguna vez os da por ir a Barco de Ávila y alrededores:

  • Si tenéis que comprar dulces, ir a los conventos o a la pastelería Pinocho, al lado de la Plaza. Son artesanales.
  • No os podéis ir sin comprar o probar los judiones del Barco. Que tengan la denominación de origen, no os dejéis engañar.... Hay un montón de tiendas que venden las judías, así que no tendréis problemas.
  • Si pasais por Umbrías, entrad en el bar (sólo hay uno, así que no vais a tener problemas) y pedid de tapa "patatas rebullías" con torreznos.
  • Y para terminar, pasaros por La Venta, donde podréis comprar pan recién hecho en horno de leña. Y bollos, empanadas....

miércoles, 3 de diciembre de 2008

La hormiga trabajadora

A ver qué os parece esta historia:

Había una vez una hormiga que fue contratada con tres hormigas más para trabajar con unas hormiguitas especiales. Era un trabajo muy importante, ya que a las mini hormiguitas les faltaba alguna antena, o alguna patita, y las hormigas padres no las tenían consigo. Eran sus hormiguitas, y eso de dejarlas con desconocidas no les hacía mucha gracia. Además siempre les habían protegido, de hecho muchas veces sobreprotegido, pero es que eran tan especiales...

Así que las cuatro hormigas se pusieron mano a a obra y trabajaron mucho y muy duro para que las hormiguitas estuvieran felices y contentas y consiguieron que poco a poco, las homigas padres y madres confiaran en ellas. Y con el paso del tiempo, las hormigas padres empezaron a dejar a sus hormiguitas ir solas a los talleres, y no sentirse mal por ir a tomar un café por ahí con sus amigos, porque sabían que sus hormiguitas estaban bien cuidadas, que estaban felices en sus talleres, que mejoraban su autoestima y que hacían nuevos amigos.

Las hormigas trabajadoras estaban muy contentas, porque los padres y las hormiguitas confiaban en ellas y les gustaba mucho su trabajo. Y empezaron a hacer planes, a planear excursiones con las hormiguitas, a preparar exposiciones de todo el trabajo que estaban haciendo. Tanto es así, que los jefes de las hormigas les dijeron que estaban encantadas con ellas y que las iban a contratar para más tiempo. Ellas no se quisieron hacer ilusiones, pero se lo dijeron tantas veces que se lo creyeron.

En esto, que llega un día muy importante para todas las hormigas. Se iban a reunir con la súper hormiga, la reina del hormiguero. Iban a tratar los temas de las hormiguitas y de la importancia del trabajo que estaban haciendo. La hormiga tenía un mal presentimiento, porque tenía ascendientes galaicos hormigueros, pero no quiso desconfiar. Y en esto que nuestra hormiga estaba tan tranquila cuando se le acerca otra hormiga súper mona y súper ideal, y para abrir conversación,no se le ocurre otra cosa que decirle:

"Es una pena que se acabe el trabajo y que os vayáis fuera del hormiguero. Habíamos pedido más azúcar y confeti, pero es que hasta que llegue y para que los padres hormigas no se quejen vamos a pedir a una asociación de hormigas que os sustituyan. Y luego, pues ya veremos".

Y la hormiga se cabreó. Se cabreó mucho. Porque no era el sitio, ni el momento, ni era esa hormiga súper ideal quien tenía que dar esa noticia. La hormiga se sintió engañada y decepcionada, y en cierta manera utilizada. Las cuatro hormigas habían trabajado muy duro, se habían ganado la confianza y el respeto de las familias hormigas y de las hormiguitas, y ahora, cuando ya estaba todo montado, el confeti se acababa pero contrataban a una asociación de hormigas para hacer su trabajo....

FINAL Nº1:

La hormiga aguantó el tipo todo lo que pudo, habló con mucha educación con la reina roja del hormiguero ( que por cierto no tenía ni repajolera idea de quiénes eran las hormigas y a qué se dedicaban) y se fue con la cabeza muy alta de la reunión, sin hablar con su superior no fuera a ser que se le escapara algún improperio... eso sí, cuando llego a su guarida se pegó una hartera de llorar, sabiendo que en breve estaría en el paro.

FINAL Nº2:
La hormiga cogió una silla, y sin cambiar el gesto, le dio con ella en la cabeza a la hormiga pija por metiche y entrometida. Luego se fue a la reina roja, le dijo cuatro verdades, entre ellas que se metiera las fotos y las placas conmemorativas donde le cupieran y por fin se dirigió a su superior. Sin cambiar el gesto, lo único que le dijo fue: "Esclavos de nuestras palabras, dueños de nuestros silencios"

A mí me gusta más el final número dos, pero claro, es más irreal. ¿O no?

martes, 2 de diciembre de 2008

Cosas que levantan el ánimo (laboral)

Supongo que todos, en algún momento determinado, hemos tenido un mal día en el curro. Bueno, un mal día, una mala semana, un mal mes.... en fin, esas cosas que pasan a veces en el trabajo y que gracias al autocontrol, respiración y a la educación que has recibido no te transformas en Hulk y empotras a alguien contra la pared, por muchas ganas que tengas... Pero a veces, en ciertos momentos, entre todas esas movidas, aparece un rayito de sol.

Esto es lo que me he encontrado en mi mesa cuando he llegado a uno de los trabajos. Me lo ha hecho C, un chico senegalés que vino a España en un cayuco huyendo de la miseria y buscando un futuro mejor. Es más majo que las pesetas, tiene una sonrisa que ilumina toda la habitación, no tiene malicia ninguna y a la vista está hace unos candelabros preciosos. Sólo por estas cosas merece la pena aguantar ciertas gilipolleces...