miércoles, 3 de diciembre de 2008

La hormiga trabajadora

A ver qué os parece esta historia:

Había una vez una hormiga que fue contratada con tres hormigas más para trabajar con unas hormiguitas especiales. Era un trabajo muy importante, ya que a las mini hormiguitas les faltaba alguna antena, o alguna patita, y las hormigas padres no las tenían consigo. Eran sus hormiguitas, y eso de dejarlas con desconocidas no les hacía mucha gracia. Además siempre les habían protegido, de hecho muchas veces sobreprotegido, pero es que eran tan especiales...

Así que las cuatro hormigas se pusieron mano a a obra y trabajaron mucho y muy duro para que las hormiguitas estuvieran felices y contentas y consiguieron que poco a poco, las homigas padres y madres confiaran en ellas. Y con el paso del tiempo, las hormigas padres empezaron a dejar a sus hormiguitas ir solas a los talleres, y no sentirse mal por ir a tomar un café por ahí con sus amigos, porque sabían que sus hormiguitas estaban bien cuidadas, que estaban felices en sus talleres, que mejoraban su autoestima y que hacían nuevos amigos.

Las hormigas trabajadoras estaban muy contentas, porque los padres y las hormiguitas confiaban en ellas y les gustaba mucho su trabajo. Y empezaron a hacer planes, a planear excursiones con las hormiguitas, a preparar exposiciones de todo el trabajo que estaban haciendo. Tanto es así, que los jefes de las hormigas les dijeron que estaban encantadas con ellas y que las iban a contratar para más tiempo. Ellas no se quisieron hacer ilusiones, pero se lo dijeron tantas veces que se lo creyeron.

En esto, que llega un día muy importante para todas las hormigas. Se iban a reunir con la súper hormiga, la reina del hormiguero. Iban a tratar los temas de las hormiguitas y de la importancia del trabajo que estaban haciendo. La hormiga tenía un mal presentimiento, porque tenía ascendientes galaicos hormigueros, pero no quiso desconfiar. Y en esto que nuestra hormiga estaba tan tranquila cuando se le acerca otra hormiga súper mona y súper ideal, y para abrir conversación,no se le ocurre otra cosa que decirle:

"Es una pena que se acabe el trabajo y que os vayáis fuera del hormiguero. Habíamos pedido más azúcar y confeti, pero es que hasta que llegue y para que los padres hormigas no se quejen vamos a pedir a una asociación de hormigas que os sustituyan. Y luego, pues ya veremos".

Y la hormiga se cabreó. Se cabreó mucho. Porque no era el sitio, ni el momento, ni era esa hormiga súper ideal quien tenía que dar esa noticia. La hormiga se sintió engañada y decepcionada, y en cierta manera utilizada. Las cuatro hormigas habían trabajado muy duro, se habían ganado la confianza y el respeto de las familias hormigas y de las hormiguitas, y ahora, cuando ya estaba todo montado, el confeti se acababa pero contrataban a una asociación de hormigas para hacer su trabajo....

FINAL Nº1:

La hormiga aguantó el tipo todo lo que pudo, habló con mucha educación con la reina roja del hormiguero ( que por cierto no tenía ni repajolera idea de quiénes eran las hormigas y a qué se dedicaban) y se fue con la cabeza muy alta de la reunión, sin hablar con su superior no fuera a ser que se le escapara algún improperio... eso sí, cuando llego a su guarida se pegó una hartera de llorar, sabiendo que en breve estaría en el paro.

FINAL Nº2:
La hormiga cogió una silla, y sin cambiar el gesto, le dio con ella en la cabeza a la hormiga pija por metiche y entrometida. Luego se fue a la reina roja, le dijo cuatro verdades, entre ellas que se metiera las fotos y las placas conmemorativas donde le cupieran y por fin se dirigió a su superior. Sin cambiar el gesto, lo único que le dijo fue: "Esclavos de nuestras palabras, dueños de nuestros silencios"

A mí me gusta más el final número dos, pero claro, es más irreal. ¿O no?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Chica, de una hormiguita obrera a otra: lo siento por el cierre del hormiguero.
No es la primera vez que esta hormiguita vive e sus propias antenas esa situación. Auqnue, por suerte, en mi hormiguero la situación se arregló con una chapuzilla.
Siento decirte que los que manejan los entresijos hormiguiles se preocupan más por lo que hay por encima que lo que hay por debajo, de forma general.

Un precisamente son las obreras las que sustentan a las de arriba.

Lo entenderán alguna vez?

Anónimo dijo...

Lo que no te mata, te hace más fuerte. - Friedrich Nietzsche
Mucho ánimo.

Anónimo dijo...

Gracias por los ánimos. Por cierto, Manuel, me encontré con un antiguo compañero de los NCC y me dijo que se cerraban. ¿Es cierto?

Dinio dijo...

Pues nada, un poco de DDT y os cargais a la Hormiga Roja (lo de roja es por sociata o por comunista??).
Un beso y mucho ánimo.

Anónimo dijo...

Cuando se me pase el cabreo que me ha entrado leyendo la fábula te cuento.....
chiki, tú ánimo, vale??
hay que joderse!!
Belencita

Anónimo dijo...

Dinio: Blanco y en botella, muchacho.
Belén: ya era de hora de que dieras señales de vida, jodía¡¡¡¡ pues sí, hija, esto es lo que hay, y en el otro curro empezando a empaquetar cosas, que me parece a mí que cierran el chiringo