Viaje al E3 de Los Ángeles ( I parte)

Mi amigo Manuel ha tenido los trabajos más raros y más codiciados (algunos) que conozco. Ha sido testeador de videojuegos, ha estado grabando en series de televisión.... Ahora está en el periódico 20minutos y nada más y nada menos que le han mandado a Los Ángeles a cubrir el E3, la feria de videojuegos más importante del mundo. Como el becerro no quiere abrir otra vez su blog, le pedí que me hiciera una crónica del evento, a ver si así le entra las ganas. Y aquí está la crónica. Empezamos:


Los Ángeles E3.

"Cuando Elena se acercó a mi mesa y me dijo que era el reportero indicado para cubrir, por primera vez primera vez para el blog, el evento más significativo e importante del mundo de los videojuegos, no lo podía creer. ¡Me iba a Los Ángeles a gastos pagados por la empresa! Increíble.
Llegué al aeropuerto con mi maleta vacía (la llenaré allí), mi cámara y mis puñaditos de ilusión.
Subí al avión de American Airlines y empecé a buscar mi sitio, entre las “muy americanas” azafatas.
Pasé primera... Business... Y un poco antes de pasar Turista, me dieron un delantal y me pusieron a calentar los filetes-zapatilla de la comida. Gracias jefa.

Después de un viaje de once horas con escala en Miami (cuan bonito es Miami desde el aire... cuando no está nublado, claro) llegué a Los Ángeles.
Todas las noticias y palabrerías sobre tactos rectales y horas de espera en largas colas, para entrar en el país, no fueron ciertas. También es cierto que busqué entre los agentes de la aduana, al típico policía mayorcito y bonachón (piensen en Karl Winslow) que está hasta las narices de bajar pantalones.

Pero esta en Los Ángeles... ohhh... rascacielos al fondo y todo un barrio que haría temblar al protagonista de San Andreas.
Y es que Los Ángeles como ciudad... es fea. Todas las cosas bonitas de Hollywood, cine, glamour y los “ya no tan chicos” de Sensación de Vivir, viven en sitios cercanos a la costa, glamurosos y bastante caros. La ciudad de Los Ángeles, parece haberse quedado como centro de negocios y se vacía por las tardes, a la misma velocidad que cualquier edificio de oficinas.

Mi hotel era el Millenium Biltmore, escenario de la primera persecución a un fantasma en “Los Cazafantasmas I” (sí, la película esta rodada en Nueva York pero el cine es una mentira tras otra ¡asúmelo!)

Yo, como buen friki, estaba ilusionado por la cantidad de fotos, anécdotas y salas que habría dedicadas a tal honor. Pero pronto te das cuenta que los trabajadores del Starbucks no toman café y que la gente acostumbrada a los rodajes de cine, sólo pide que no le vuelvan a rallar el suelo con los trípodes.

El nuevo día empezó cuando abrí la ventana y entre los legañotes y los bostezos, vi la bandera americana ondeando frente a mi ventana. ¡Qué bonito! "

TO BE CONTINUED