sábado, 19 de enero de 2008

Cena de Navidad en Enero



Sí, nosotras que somos más chulas que un 8, celebramos la cena de Navidad típica en Enero. Era imposible cuadrar las fechas con las señoras taaaaaaaaaaaaaannnnn ocupadas y trabajadoras que tengo como amigas ( esto ser de la única parada es un rollo). Así que decidimos dejarlo para después de las fiestas, que seguro ya no íbamos a tener problemas de reserva ( jaaaaaaa) y que íbamos a poder estar todas ( jaaaaaaaaaa).

Pues ni por esas. Eva ( por motivos familiares) y Carmen ( por hacer deporte y darle un pinzamiento en la espalda y no poderse ni mover) faltaron a la cena y a los regalos del amigo invisible. ( Os echamos de menos chicas, esperamos que pronto estéis recuperadas y nos podamos tomar algo juntas).

Tuvimos dos incorporaciones estupendas: Gonzalo, que ya ha vuelto de Colombia, y nuestro Leo, que está en la Parra ( literal, está currando en el pueblo La Parra, lo que se presta a numerosas bromas que nuestra alma cándida aguanta estoicamente).

Después de llegar más puntuales que un británico al Bar tapería nuevo que hay en la Plaza Mayor, de ambiente "bohemio cuarentón que no queremos reconocer que somos ya unos carcas y nos vestimos como adolescentes y nos ponemos rastas", resulta que el chico que me había cogido la reserva nos dice ( bueno, ME DICE A MI....) que es que como no llamé a su hermano ( mentira, le llamé ese mismo día y no me lo cogió, cosa que alucino: voy al bar, me coge el teléfono, el nombre y tengo que llamarle yo¡¡¡¡) que no había reserva.

Creo que se dio cuenta que le quedaban pocos segundos de vida, que iba a saltar sobre la barra y le iba a meter el grifo de cerveza por.... la cara, así que se fue a hablar con su hermano cocinero que no coge el teléfono y nos dijo que esperáramos, que en cuanto hubiera unas mesas nos pasaba a nosotros.....

Nos pedimos una ronda, y estuvimos a punto de hacer un simpa, pero al final, como somos más tontos que ná, aguantamos.

Cuando ya ( después de media hora de esperar) quedaron mesas libres, nos llamaron para pasar, y qué casualidad que por la puerta entraron los dueños del Atrio, un restaurante muy famoso en Cáceres, que está en todas las listas de restaurantes buenos, pijos y caros que cuando sales de allí te tienes que hacer unos huevos fritos en casa del hambre que llevas. Y allí que se van a las mesas libres¡¡¡¡¡¡ Pero con toda la cara del mundo, como si nada, oye, el bar abarrotao, la gente esperando, y los tíos que se meten por toda la cara. Menos mal que el camarero (el único que por edad sí puede llevar rastas y no parecer un idiota en busca de la juventud perdida) les llamó al orden y les dijo que estaba reservada.... a lo que los señores del Atrio y sus amigos se miraron y se echaron a reir, como " pero qué dices tío, que somos los del Atrio".

La cara siguiente fue mejor, cuando pasamos por delante de ellos con la cabeza bien alta y sin mirarles, en plan: vosotros seréis los dueños del Atrio, seréis mu famosos en las casas de los pijos anoréxicos, pero aquí sois como cualquier currito.


Y después de otra media hora esperando a que nos pidieran la comida ( que todo sea dicho, está bueníiiiiiiiiiiiiiissima, y es muy barata para la cantidad que ponen) pudimos empezar la cena que tanto nos había costado conseguir.

Al final de las tostas, llegó el momento de los regalos:

  • Leo le regaló a Gonzalo una máscara tribal para la pared.

  • Gonzalo le regaló un racimo de uvas ( por lo de La Parra) y una camiseta de Kukuxumusu muy chula a Leo.

  • Laura, que está flipadísima y se merece que haga sólo una entrada sobre ella, le regaló a Myriam un abrebotellas, un aspirador para el coche, un tanga rojo con una raja que aún no sabemos muy bien para dónde va, y una guardería a escala en una caja de zapatos, con todos los detalles, incluídos dos bebés con sorpresa.... Sólo por el trabajo del ganchillo y las cortinas de la ducha se merece el premio al mejor regalo.
  • Myriam y Chin se quedaron sin recibir regalos, ya que Carmen y Eva no estaban.

  • Minerva me regaló a mi un súper gorro de lana gris ( ME CABEEEEEEE) y una cartera muy chula, de ahí la foto...
  • Y a Minerva le regalé yo, una agenda muy bonita del 2008 ( fácil, ya había dicho ella que quería eso).... el siguiente regalo no se lo esperaba.... un calendario del 2008 donde los modelos eran ella y Sánchez, futuro guardia civil...

Cuando terminamos de reirnos, pedimos la cuenta (otra media hora). El camarero que me tomó la reserva y luego pudo morir, se portó bien, y no nos cobró la ronda del principio ( lo que se es del César, es del César), y nos fuimos a tomar algo por la zona Pizarro. Y a las 4 de la mañana, nos largamos a casa, unos más perjudicados que otros....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buffffffff, cuando te pones escribes biblias, que decir: que el deporte es malo (por el pinzamiento), que unos pijos de mierda se queden sin mesa??? que se jodan.
y solo me hubiese gustado estar alli para ver como te comias a los payasos esos de la reserva y a los pijos. ¿no calleron fulminados con tu mirada? jajajajajajajja