Cumpleaños de Lorenzo y Ana

Pues sí, de cumpleaños estuvimos el sábado en casa de Lorenzo, bueno, en su garaje y jardín con muerta enterrada (tiene toda la pinta...).

Nos lo pasamos muy bien, mucha comida y bebida (60 litros de cerveza.... qué salvajes). Nos salió sol, así que desde la una de la tarde hasta la una de la noche allí, al olor y el sabor de la barbacoa (gracias a dos amigos de Lorenzo, todo hay que decirlo) De momento no tenemos fotos, hasta que alguna alma caritativa nos las pase....

Ana y Lorenzo fueron unos excelentes anfitriones, les regalamos muchas cosas y les gustaron mucho (creo). A Ana le regalamos entre otras cosas unas fotos en las que salía ella y Oliver, descendiente de Tutamkamon (por la calva) y que fue imposible quitarle los ojos rojos ( hay algunas teorías conspiratorias sobre esos ojos, que ya iremos destripando...), salían mu guapos los dos, Ana porque lo es, Oliver porque estaba al lado de Ana ( es bromaaaaaaa, que el muchacho es muy aparente)

Y resulta que hablando y hablando me empiezan a recriminar Carlos y Belén que actualice el blog¡¡¡¡¡¡ Pero bueno, si no escriben nada, yo pensaba que el único que leía esto era Asier, el pobre, y no, resulta que tengo observadores anónimos¡¡¡¡

Pues no sabéis lo que habéis hecho, tarde o temprano haré una entrada con vuestra biografía o contando algo truculento...

Para terminar fuimos un momento a casa de Txetxu y María, que por fin ya les han traído todos los muebles de Toledo. Muy chulos los muebles, muy chula la cocina, muy chula la casa y muy chulos ellos, jejeje. La pobre María tuvo al incordio de Luna persiguiéndola con el tema de la dieta para la boda, pero ella tiene la paciencia del santo Job y no le mandó a freir espárragos. Mariano también estaba de dieta, y andaban los dos preocupados por eso.

Y yo, comiendo panceta y chorizo. Porque ir a una barbacoa y no comer, es tontería...