Todavía no había hablado de una de las tradiciones más importantes de Cáceres: El mercado del miércoles.
Parece una broma, pero no. El mercado consigue unir (al menos espacialmente) a diversas personas, clases sociales, ideologías... que de otra manera se hubieran tirado de los pelos, o ni se hubieran mirado a la cara, no fuera a ser que les "pegaran" algo.
A la entrada están los puestos de fruta y verduras, además de los de embutidos, quesos, bacalao ... El olor es un poco fuerte, pero no se encuentra fruta mejor que la que allí se vende. Por esos se puede ver a muchas mechas y peliteñidas del R66 y Cabezarrubia que se matan por unos tomates y unas fresas, aunque luego digan que las han comprado en el Hipercor....
Más adelante, empiezan los puestos de ropa, zapatos, complementos... Se encuentran verdaderas gangas, cosas exactamente iguales que en las tiendas tienen precios superiores. Por la cantidad de gente en el puesto puedes adivinar si la ropa es bonita o es que está tan tirada de precio que aunque sea un zarrio lo compras. Además los tenderos te van informando de lo que llevan ("vamos señora que me lo quitan de las manos, Breska, Breska, Estrafalarius aquí¡¡¡")
También hay puestos de toallas, colonias y maquillaje (mal rollo... son los únicos puestos que me dan repelús)... También hay de ropa interior, sobre todo un puesto en la parte final del mercado que tiene buen material. Además hay puestos de marroquinería y de decoración de casa. De ahí que haya temporadas en las que todas las casas cacereñas tengan la entrada con las mismas flores o jarrones....
Si te pasas por el mercado, es raro que no acabes comprando algo, o que no te encuentres con gente conocida. Ves a amas de casa haciendo la compra, estudiantes que se han fugado y se encuentran con la madre en los puestos (caso verídico), funcionarias que aprovechan la media hora de café para darse una vuelta, jubilados con instintos asesinos deseosos de cortar pies con los carritos de la compra....
Y luego están las ridiculinas. Personas, generalmente mujeres de mediana edad, habitualmente peliteñidas con mechas funcionarias (rubio pollo ceniza, para que se entienda), que van monísimas de la muerte, vestidas por las tiendas de la Calle del Gran Café, y que se pasan de incógnito por el mercado con sus gafas enormes para comprar ropa. Luego ponen esa ropa en las bolsas de las tiendas cadetovi, y listo.
Para quien se atreva a ver este espectáculo, los miércoles a partir de las 9 de la mañana hasta la 14 de la tarde.
Hace 1 año
2 comentarios:
En gijón está el Rastro, y es los domingos. Se puede encontrar de todo, fotos de familias, titulos universitarios, etc etc etc.
Descrito a la perfección...
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